Un estudio revela que el mercado de la vivienda ha experimentado un incremento sostenido y se espera que siga creciendo en los próximos años.
El auge de la construcción y la demanda de viviendas
El sector inmobiliario de República Dominicana ha mostrado una tendencia positiva en los últimos años, impulsado por el aumento de la construcción y la demanda de viviendas. Según un estudio realizado por la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi), el valor de las edificaciones residenciales se ha incrementado en un 56% entre el 2015 y el 2020, pasando de 97,000 millones de pesos a 151,000 millones de pesos.
El estudio también señala que el número de unidades habitacionales construidas ha crecido en un 32% en el mismo período, alcanzando las 34,000 viviendas en el 2020. La mayor parte de la oferta se concentra en el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo, con un 62% del total, seguidos por Santiago, La Romana y La Altagracia, con un 15%, 7% y 6%, respectivamente.
Entre los factores que han favorecido el desarrollo del sector inmobiliario se encuentran el aumento de la inversión pública y privada en infraestructura, el acceso al crédito hipotecario, el dinamismo del turismo, la estabilidad macroeconómica y la confianza de los consumidores. Asimismo, la pandemia del COVID-19 ha generado una mayor demanda de viviendas con espacios más amplios y adecuados para el teletrabajo y el ocio familiar.
La proyección del sector inmobiliario para el 2024-2028
El estudio de Acoprovi también presenta una proyección del sector inmobiliario para el período 2024-2028, basada en escenarios de crecimiento económico, población, ingresos y tasas de interés. Según el escenario base, que asume un crecimiento económico promedio de 4.5% anual, una población de 11.2 millones de habitantes, un ingreso per cápita de 9,800 dólares y una tasa de interés promedio de 9.5%, se estima que la demanda potencial de viviendas será de 257,000 unidades, de las cuales 197,000 serán de interés social y 60,000 de segmentos medios y altos.
Para satisfacer esta demanda, se requeriría una inversión de 337,000 millones de pesos, lo que representaría un incremento del 123% respecto al valor de las edificaciones residenciales del 2020. El estudio también plantea otros dos escenarios, uno optimista y otro pesimista, que varían según los supuestos de crecimiento económico, población, ingresos y tasas de interés. En el escenario optimista, la demanda potencial de viviendas sería de 293,000 unidades, con una inversión de 389,000 millones de pesos, mientras que en el escenario pesimista, la demanda potencial de viviendas sería de 222,000 unidades, con una inversión de 287,000 millones de pesos.
El estudio concluye que el sector inmobiliario dominicano tiene un gran potencial de crecimiento y desarrollo, siempre que se mantengan las condiciones favorables que lo han impulsado en los últimos años. Asimismo, recomienda fortalecer el marco legal e institucional que regula el sector, promover la innovación y la sostenibilidad en la construcción, mejorar la planificación urbana y territorial, y fomentar la inclusión financiera y social de los sectores más vulnerables.